Fuente: comforte.com
La computación cuántica es la próxima frontera en cuanto a la innovación tecnológica que podría cambiar el mundo para siempre, pero también representa potencialmente una bomba de tiempo desde la perspectiva de la ciberseguridad. Esto se debe a que las computadoras cuánticas, una vez perfeccionadas más allá de las condiciones de laboratorio, podrán descifrar la criptografía asimétrica (llave pública) en la que se basan muchas empresas, sociedades y economías para mantener alejadas las miradas indiscretas.
La buena noticia es que la criptografía simétrica es resistente a este tipo de “craqueo cuántico”. Representa un arma útil contra los riesgos de seguridad relacionados con la tecnología cuántica, mientras que los expertos de la industria encuentran formas de hacer la transición de la infraestructura de llave pública (PKI) a la seguridad cuántica.
Una nueva época
Esto podría usarse para sobrecargar los algoritmos de IA y abrir la puerta a descubrimientos potencialmente revolucionarios en los sectores farmacéutico y químico, así como a grandes avances en finanzas, conducción autónoma y muchos otros casos de uso.
Desafortunadamente, también podría debilitar la confianza en la PKI sobre la que se construye gran parte del mundo moderno, desde transacciones financieras y comunicaciones seguras hasta comercio electrónico, identidad, votación electrónica y mucho más.
Aunque estamos al menos a 10-15 años de una computadora cuántica en funcionamiento que pueda lograr esto, los actores de amenazas teóricamente podrían robar datos ahora para descifrarlos dentro de una década cuando tengan los medios para hacerlo. Eso le brinda gran urgencia al desafío de descubrir algoritmos “seguros cuánticos” para reemplazar la criptografía asimétrica actual.
Cajas fuertes post cuánticas
Si bien la PKI se enfrenta hoy en día a una amenaza existencial en forma de computación cuántica, los sistemas de cifrado simétrico ya son seguros cuánticamente. De hecho, a través de Comforte, ofrecemos “cajas fuertes post cuánticas móviles” que protegen los datos empresariales en cualquier lugar: en reposo, en movimiento y en uso. La tecnología de tokenización como ésta brinda la tranquilidad de que las joyas de la corona corporativa se pueden mantener a salvo de miradas indiscretas, incluso en un mundo post cuántico.
Pero el panorama general es que las empresas aún dependen en gran medida de PKI. De hecho, toda la comunicación de Internet se basa en el cifrado asimétrico. Eso significa que, hasta que PKI haya hecho la transición a la seguridad cuántica, siempre habrá oportunidades para que los actores de amenazas encuentren una manera de acceder a los almacenes de datos confidenciales.
La buena noticia es que los estándares para el cifrado asimétrico de seguridad cuántica se están elaborando hoy. El Programa de estandarización de criptografía post cuántica del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología de EE. UU. (NIST) ya ha preseleccionado varios algoritmos y tiene como objetivo tener nuevos estándares cuánticos seguros para 2024.
Mientras tanto, los gobiernos ya están planificando la nueva era post cuántica y las empresas harían bien en empezar a pensar en ella también. Si bien algunas de las mentes más inteligentes del mundo trabajan para crear más certeza en el ámbito de la PKI, las soluciones de cifrado simétrico representan una tecnología en la que las organizaciones pueden invertir hoy, lo que les será muy útil.
El camino hacia la seguridad cuántica será largo, pero la tokenización representa un primer paso sólido.